miércoles, 10 de octubre de 2018

PINTURA RUPESTRE





CORRESPONDENCIA CON E L ESTÁNDAR:
1.12. Identifica las diferencias entre una imagen de pintura cantábrica y otra de pintura levantina.
 

lunes, 8 de octubre de 2018

PUEBLOS PRERROMANOS PENINSULARES


En el siglo III aC, la península Ibérica, en vísperas de la conquista romana conformaba un conglomerado de pueblos de muy diferente desarrollo, donde podemos establecer dos grandes áreas: la celta y la ibera.



El área ibérica corresponde con las zonas meridional y levantina de la península. Los pueblos aquí situados eran descendientes de los habitantes prehistóricos que establecieron contacto con los pueblos colonizadores fenicios y griegos. Se extiende sobre los pueblos prerromanos del Valle del Guadalquivir, este de la península, valle medio del Ebro e islas Baleares (turdetanos, oretanos, indigetes, baleáricos…). Iberia era la palabra con que los griegos llamaban a la Península, e iberos a sus habitantes, pero los romanos redujeron estas palabras solo para las zonas del este y sur peninsular, donde habitaban pueblos a los que consideraban más civilizados y pacíficos.


Su base económica: agricultura, ganadería, minería, salazón de pescado, industria textil. Comercian con pueblos del Mediterráneo exportando metales y salazones e importando joyas, marfiles y vidrios. Utilizan la moneda.

Su estructura social es muy jerarquizada: clase dirigente, masa popular y esclavos. Practican la llamada “Devotio ibérica: pacto por el que el soldado reconoce la autoridad del jefe y jura protegerle en combate; a cambio, el jefe se compromete a defender los intereses del soldado. También se interpreta como culto al jefe.


Su organización política: existían reyes que gobernaban sobre varias ciudades-estados, en las que funcionaban asambleas, senados y magistrados.


Arte y cultura: su lengua y alfabeto no es de origen indoeuropeo. Rinden culto a sus dioses en santuarios, donde se han localizado numerosas estatuillas de piedra o bronce (ofrendas o exvotos), incineran a sus muertos y aprecian los valores guerreros y heroicos. Destaca la falcata ibérica (espada de hierro).


Manifestaciones de esta cultura son los santuarios del Cerro de los Santos (Albacete), esculturas como La Dama de Elche, La Dama de Baza, la Bicha de Balazote, junto con abundantes cerámicas.

Los pueblos indoeuropeos, entre ellos los celtas, que se había asentado en la Península, procedentes de los Pirineos (vacceos, vetones, lusitanos, galaicos, astures, cántabros y vascones) se caracterizan por:


Su base económica: viven fundamentalmente de la agricultura y la ganadería. Conocían y dominaban la metalurgia del hierro avanzada. Comercio de trueque. No conocían la moneda. Régimen comunal de la propiedad.


Estructura social: se organizan en tribus y clanes. Habitan en asentamiento fortificados (castros). Dan importancia a los lazos familiares. Destaca la institución del “Hospitium” o pacto de hospitalidad: relación entre un individuo o grupo con otro más amplio, por el que acuerdan voluntariamente derechos y deberes.


La cultura de los Castros, extendida por el noroeste peninsular: Galicia, norte de Portugal hasta el Duero, oeste de Asturias, área de El Bierzo, se caracterizan por la peculiaridad de los castros, poblados amurallados con casas de perímetro circular. Destaca el castro de Santa Tecla.

Organización política: existen asambleas populares, senados aristocráticos y magistrados. A veces eligen temporalmente un rey.


Arte y cultura: las esculturas de animales (verracos) son las manifestaciones más significativas de la cultura celta del interior peninsular. Asimismo hay que destacar el celtibérico: lengua de carácter arcaico dentro del celta, de la que existen más de un centenar de inscripciones.

RELACIONADO CON EL ESTÁNDAR:

1.4. Explica el diferente nivel de desarrollo de las áreas celta e ibérica en vísperas de la conquista romana en relación con la influencia recibida de los indoeuropeos, el reino de Tartesos y los colonizadores fenicios y griegos.
 

ROMANIZACIÓN


 La romanización es un proceso complejo por el que los pueblos autóctonos asimilan, a veces por métodos represivos, a veces de manera pacífica, los modos de vida romanos en diversas facetas: la lengua, la Administración provincial, la urbanización y las obras públicas, las estructuras económicas y sociales, el derecho, la cultura y la religión. Implica, por una parte, la desaparición de ciertos elementos culturales autóctonos y, por otra, su transformación y reorganización.
-        El latín se impuso como lengua común
-        El derecho romano (leyes, concepción del estado...)
-        La religión politeísta romana (Júpiter, Saturno…) y, posteriormente, en el siglo I, el cristianismo se difundió por el imperio romano y también por Hispania.
Al igual que la conquista, la romanización fue un proceso discontinuo con resultados desiguales:
·         En el área ibérica (sur y levante), más urbanizada y con formas de organización similares a la romana, la asimilación a la civilización romana fue más fácil.
·         En el centro y oeste la romanización fue más complicada cuanto menor era el desarrollo de sus poblaciones.
·         En el norte, la zona más atrasada y la última en conquistar, la vida urbana era inexistente y no fue posible una romanización efectiva, ni imponer el modo de vida romano.


La romanización no tuvo un carácter uniforme como hemos visto, sino que varió según las zonas y las épocas (más intensa a partir del siglo I a. C. y en el litoral mediterráneo, y menos intensa en el interior peninsular). Por otro lado, la conquista, por sí misma, no presupuso romanización; ésta se produjo lentamente, a partir de los años siguientes. Tampoco la desaparición de las formas culturales propias fue completa, éstas subsistieron largo tiempo. Los romanos emplearon como vehículos para la extensión de al Romanización: el latín, el ejército y las calzadas, así como la creación de infraestructuras y obras públicas para cohesionar el territorio.
El proceso de romanización se llevó a cabo a través de los siguientes medios:
1. La extensión de la vida urbana. Allá donde ésta no existía, se crearon nuevas ciudades, según el modelo romano, rompiendo las primitivas formas indígenas de organización.
2. El papel del ejército. Se reclutaron tropas auxiliares entre los pueblos indígenas para facilitar su contacto con los romanos. Los soldados, al acabar su servicio militar, obtenían la ciudadanía romana y recibían un lote de tierras. Además, alrededor de los campamentos de las legiones se formaban núcleos urbanos espontáneos, habitados por mercaderes y soldados licenciados, que junto a sus familias, crearon municipios romanos, como el caso de León, cuyo nombre deriva de legio, ya que allí estuvo asentada la Legio VII Gémina.
3. La fundación de colonias. Consistía en la entrega de tierras conquistadas a soldados veteranos en pago por sus servicios. Éstos se asentaban en ciudades de nueva creación, como Mérida (Emérita Augusta), fundada por el emperador Augusto para los veteranos de las guerras contra los cántabros y astures.
4. La concesión de la ciudadanía romana a los indígenas. La obtención del título de ciudadano romano suponía gozar de numerosos derechos y privilegios, por lo que su concesión se usó como reclamo para facilitar la dominación romana. El proceso de romanización llegó a su máxima expresión cuando el emperador Caracalla en el siglo III extendió la ciudadanía a todos los habitantes libres del Imperio. Hispania fue una de las provincias del imperio más romanizadas. Buena prueba de ello fue que varios emperadores nacieron en la península (Trajano, Adriano). También hubo importantes filósofos como Séneca y escritores como Quintiliano y Marcial.

 
La llegada de los romanos a Hispania se produce como consecuencia de los resultados de la Primera Guerra Púnica y de las alianzas de Roma con las colonias griegas del Mediterráneo occidental.
Desde el principio, Hispania fue para los generales romanos un escenario ideal para conseguir, a través de campañas militares contra los indígenas, botines, esclavos y la gloria militar que representaba el triunfo. Eso explica que los conflictos con los pueblos autóctonos fueran continuos: Numancia, Lusitania…
En definitiva, tras el largo proceso de Romanización, en la Península se asentaron las costumbres y usos romanos que hoy perviven en nuestra cultura, como la influencia del idioma, la base del derecho romano, las estructuras constructivas…

(se podrían explicar brevemente las fases de ocupación de la península para resaltar los métodos de ocupacion y romanización)

 
CORRESPONDENCIA CON EL ESTÁNDAR

1.5. Define el concepto de romanización y describe los medios empleados para llevarla a cabo.