Junto con la Reconquista se hizo necesario el sistema de la repoblación, para poder afianzar la conquista de los territorios ocupados. Gentes de condición diversa (campesinos, clérigos, caballeros, extranjeros) se establecieron en las tierras recién conquistadas.
Existen diferentes sistemas de repoblación según etapas y zonas:
- PRESURA o APRISIO siglos VIII – X Norte del Duero y zona de los Pirineos
- REPOBLACIÓN CONCEJIL siglos XI-XII entre el Duero y los montes de Toledo
- ÓRDENES MILITARES (primera mitad siglo XIII)
- POR REPARTIMENTOS
Durante los siglos VIII al X predominó en la zona del norte del Duero y el piedemonte Pirenaico la PRESURA. La causa que impulsa este sistema es, en primer lugar, la presión demográfica en los territorios cristianos y, segundo, la fácil ocupación de tierras despobladas en la zona norte del rio Duero.
Este sistema consiste en ocupar tierras sin dueño, ya que según el derecho romano, vigente en los territorios hispano godos peninsulares y continuado en los primeros reinos cristianos, la tierra es de aquel que la cultiva, pone en valor y en definitiva, ocupa. Esta ocupación la podían realizar personas modestas, nobles, clérigos o el propio rey. Sin embargo, a partir del siglo XI, la repoblación de las tierras conquistadas resultaba peligrosa, ya que se encontraban en zonas fronterizas.
El resultado de este sistema de presura, son tierras de pequeña y mediana propiedad.
Existen diferentes sistemas de repoblación según etapas y zonas:
- PRESURA o APRISIO siglos VIII – X Norte del Duero y zona de los Pirineos
- REPOBLACIÓN CONCEJIL siglos XI-XII entre el Duero y los montes de Toledo
- ÓRDENES MILITARES (primera mitad siglo XIII)
- POR REPARTIMENTOS
Durante los siglos VIII al X predominó en la zona del norte del Duero y el piedemonte Pirenaico la PRESURA. La causa que impulsa este sistema es, en primer lugar, la presión demográfica en los territorios cristianos y, segundo, la fácil ocupación de tierras despobladas en la zona norte del rio Duero.
Este sistema consiste en ocupar tierras sin dueño, ya que según el derecho romano, vigente en los territorios hispano godos peninsulares y continuado en los primeros reinos cristianos, la tierra es de aquel que la cultiva, pone en valor y en definitiva, ocupa. Esta ocupación la podían realizar personas modestas, nobles, clérigos o el propio rey. Sin embargo, a partir del siglo XI, la repoblación de las tierras conquistadas resultaba peligrosa, ya que se encontraban en zonas fronterizas.
El resultado de este sistema de presura, son tierras de pequeña y mediana propiedad.
En el siglo XI (hasta el XII) vemos aparecer un nuevo sistema, la REPOBLACIÓN CONCEJIL, en las tierras entre el Duero y los montes de Toledo y el Valle del Ebro. El territorio fue dividido en grandes zonas formadas por una ciudad o villa (la capital) y un alfoz (las aldeas que la rodeaban). Fueron las denominadas comunidades de villa y tierra (Salamanca, Ávila, Sepúlveda).
Se concedieron grandes extensiones de tierra a los concejos o municipios (repoblación concejil o de frontera). La repoblación estuvo dirigida por las autoridades del reino concediendo amplios fueros, privilegios, cartas pueblas o de población (contratos que fijaban las condiciones para el cultivo de las tierras), en los que se recogían las principales normas jurídicas que iban a regular, en el futuro, la vida local y la obligación de roturar los campos y defender las ciudades fronterizas. El punto de partida de los fueros del territorio se encuentra en el Fuero de Sepúlveda, en el 1076, que se constituyó en modelo de otros posteriores.
Se concedieron grandes extensiones de tierra a los concejos o municipios (repoblación concejil o de frontera). La repoblación estuvo dirigida por las autoridades del reino concediendo amplios fueros, privilegios, cartas pueblas o de población (contratos que fijaban las condiciones para el cultivo de las tierras), en los que se recogían las principales normas jurídicas que iban a regular, en el futuro, la vida local y la obligación de roturar los campos y defender las ciudades fronterizas. El punto de partida de los fueros del territorio se encuentra en el Fuero de Sepúlveda, en el 1076, que se constituyó en modelo de otros posteriores.
El resultado es la aparición de la mediana propiedad de hombres libres y abundancia de tierras comunales.
Las Órdenes Militares tuvieron un importante papel en este proceso repoblador, especialmente en la segunda mitad del siglo XIII.
Las zonas afectadas por este sistema fueron el Valle del Guadiana, la zona de Castellón y Teruel. Se trata de tierras poco pobladas por musulmanes. Llegaron pocos cristianos y fue muy lenta la repoblación dejándose en manos de las Órdenes Militares, lo que favoreció la creación de grandes latifundios dedicados a la ganadería. Las órdenes militares recibían grandes extensiones de tierras llamadas encomiendas, al frente de las cuales se situaba el comendador, un caballero de la orden. (Las órdenes militares principales en la península fueron: Alcántara, Calatrava, Santiago).
Las Órdenes Militares tuvieron un importante papel en este proceso repoblador, especialmente en la segunda mitad del siglo XIII.
Las zonas afectadas por este sistema fueron el Valle del Guadiana, la zona de Castellón y Teruel. Se trata de tierras poco pobladas por musulmanes. Llegaron pocos cristianos y fue muy lenta la repoblación dejándose en manos de las Órdenes Militares, lo que favoreció la creación de grandes latifundios dedicados a la ganadería. Las órdenes militares recibían grandes extensiones de tierras llamadas encomiendas, al frente de las cuales se situaba el comendador, un caballero de la orden. (Las órdenes militares principales en la península fueron: Alcántara, Calatrava, Santiago).
El modelo de repoblación en Baleares, Valencia, Murcia y valle del Guadalquivir fue el repartimiento consistente en la entrega de casas y tierras de los musulmanes huidos, a los nuevos pobladores, con el fin de asegurar la nueva frontera y potenciar los concejos. La repoblación en esta zona tropezó con muchos problemas: los colonos que habían acudido a repoblar quedaron pronto desencantados, pues los campos habían sido destrozados por los conflictos militares, también los molinos y las casas, además las “razzias” de los musulmanes granadinos eran frecuentes. En Murcia y el valle del Guadalquivir se repartieron donadíos (grandes extensiones territoriales, para clases altas) y heredamientos (terrenos de menor tamaño).
Como resultado del proceso de repoblación, paralelo a la reconquista, observamos una estructura de la tierra que se ha mantenido hasta prácticamente nuestros días, una estructura de pequeña y medianas propiedades al norte del Tajo y explotaciones latifundistas al sur.
CORRESPONDENCIA CON EL ESTÁNDAR:
2.4. Comenta el ámbito territorial y características de cada sistema de repoblación, así como sus causas y consecuencias.
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